¿Cómo mantener diaramente el equilibrio y la calidad de vida, mental y espiritual, diariamente a través de la práctica de Yoga?

La sociedad está en continua transformación y el Yoga contemporáneo también. Es importante siempre llamar a la reflexión, a la auto-reflexión en todo momento. Las ocasiones de estrés, de los que está repleta la vida actual, tienen su raíz en la reacción que damos a las situaciones que nos causan desagrado o incomodidad.

El yoga siempre está disponible, dándole al ser humano todo lo que necesita en cada momento de su proceso evolutivo. A través de los diferentes Yogas, el practicante adquiere distintas herramientas aplicables a cada área de su vida.

La adquisición de la consciencia corporal y cómo manejar las energías son prácticas necesarias para mantener el equilibrio diario, tanto a nivel corporal como mental y emocional. Manejar estas herramientas aliviará el proceso de afrontar las limitaciones del mundo moderno, el estrés y la ansiedad.

Lo importante es que la práctica de Yoga tiene una esencia integradora en todas las áreas del Ser. Por ello, la creación de un ambiente propio en cada espacio donde nos desenvolvamos es primordial.

El estrés es un estado de cansancio mental provocado por la exigencia de un rendimiento muy superior al normal, y esto puede ocurrir en cualquier circunstancia de la vida. Esta sensación de exigencia, que parece superarnos, suele provocar malestares que finalizan en afecciones físicas e incluso enfermedades graves.

Más allá de que dispongamos de naturaleza (un bosque, un lago, una hoguera, etc.) a nuestro alrededor… más allá de las condiciones deseables, de paz y tranquilidad, vitales, como la luz del sol o poder disfrutar del olor del césped recién cortado… Es posible crear un entorno que nos conecte con nuestro interior.

“Allí donde esté un ser humano, existe un lugar sagrado.
Un ser humano con las intenciones muy claras es capaz de
mantener la esencia de la práctica de Yoga”.

Las prácticas del Yoga básico son la meditación, los mantras, y por supuesto, las âsanaa. Por lo tanto, la realización de estas prácticas, aún en entornos laborales y durante intervalos de tiempo muy cortos, aporta valor al acercamiento del propósito verdadero del Yoga: El encuentro y la realización personal.

Este encuentro es la oportunidad perfecta para ralentizar nuestras acciones: buscar silencios naturales, comer despacio, aprovechar tiempos de traslado de un lugar a otro, para la introspección. Crear una realidad distinta a la percepción de esta circunstancia no-agradable, y con ello disminuir el estrés y la ansiedad.

Se trata entonces de abrir la mente para pensar que el mundo de la consciencia, que es el que queremos descubrir en el Yoga, es el mundo de la presencia. Cada momento es útil para reconocer que tienes a tu alrededor: tu familia, tus relaciones, tu trabajo. Desde luego podrás develar que elementos puedes incluir en ese ambiente para gestionar los automatismos, los hábitos no saludables, etc. Los cuales, muchas veces, son las causas primeras del estrés y del desequilibrio emocional.

Swami Krishnananda

Formador de Filosofía del Yoga y Meditación