Abusos y relación de poder en el Yoga. Hablando de Yoga con Mayte Criado. Hoy en nuestro blog presentamos a Mayte Criado, Directora y Fundadora de la Escuela Internacional de Yoga, Profesora de Hatha Yoga y Meditación, quien se pronuncia respecto a este tema diciendo:

«Este es un tema realmente muy serio que está afectando mucho a las escuelas de Yoga, al mundo del Yoga en general, a linajes muy importantes, linajes de referencia (…) a los que pertenecemos muchos profesores de mi generación, hemos tenido algún contacto con ellas o hemos sido en algún momento parte de ellas, donde se ha terminado por denunciar muchos abusos y relación de poder, abusos sexuales incluso.

Yo creo que es una de los lastres que traemos de lo tradicionalista de las sociedades patriarcales que están muy presentes, incluso exacerbadamente en los caminos espirituales y el Yoga no es ajeno a esto.

En primer lugar, yo resaltaría que el abuso y la relación de poder en el yoga, es decir, el hecho de que yo sea tu profesor o profesora, me ponga por encima de ti, o haga contigo una relación a nivel muy vertical, que invalide por lo tanto tus potenciales y tus recursos en nombre de los míos, que aproveche tu falta de seguridad, tus inquietudes emocionales o tus inseguridades, que cuele mis ideas, mis creencias e incluso con muy buena fe en principio a través de tu fragilidad, tu vulnerabilidad… es realmente es un abuso de poder que está muy presente en la sociedad y en el mundo de yoga.

Yo lo he sufrido como mujer, el hecho de que es más fácil que un profesor dé un taller, un curso, una formación que una profesora.

Da igual quien tenga la culpa de esto, no se trata de culpables. Se trata de nuestros patrones, lo instalado tácitamente en muchos casos y es muy serio el poder liberarnos de esto. Hay que hacer todos los esfuerzos que estén en nuestra mano primero por denunciar.

Los abusos de poder siempre, tarde o temprano, van a dar lugar a abusos de todo tipo, y cuando se trata especialmente de mujeres, aunque por supuesto también de hombres, el abuso sexual está servido justo después del abuso de poder. Incluso directamente sin pasar por el abuso de poder.

Es todo complejo y realmente triste cuando está afectando a un camino como es el camino del yoga y a escuelas que se han encargado por décadas de trasladar los valores del yoga, que son valores intrínsecos al ser humano y que esto se caiga del pedestal donde estaba es penoso, pero hay que denunciarlo.

Además las víctimas deben ser atendidas y cuidadas, y lo deben ser realmente. No se puede denunciar y olvidar. Lo que tampoco puede ser es que en nombre del olvido o de cualquier otro tipo de abuso que pasa por condenar abierta y gratuitamente a toda una escuela o todo un linaje se eche por tierra todo el conocimiento que en muchos casos estas escuelas o linajes han transmitido.

Yo personalmente conozco a profesores y practicantes de estas escuelas que han sido denunciadas abiertamente y conozco a personas maravillosas, honestas, sinceras que han dedicado toda su vida al Yoga y con plena honestidad y plena consciencia.

Por lo tanto, creo que estos movimientos también deben servir realmente para prestigiar a estas personas; para limpiar por un lado y por el otro para que florezca a través de ellas una nueva actitud y una nueva manera de liberarse de estos atropellos tan penosos. Estos abusos y relaciones de poder, por supuesto, deben ser denunciados y no olvidados.

Al mismo tiempo, las escuelas y hablo por la EIY, deben también pronunciarse y declarar que están dispuestos a que esto no ocurra en su propio ámbito, que están vigilantes y que cultivan todos los valores necesarios para que el yoga se preserve y estos abusos y relación del poder no vuelvan a ocurrir y/o no estén ocurriendo dentro de sus propias paredes, sus cursos o sus organizaciones.

Desde luego en la EIY estamos muy atentos a que esto no ocurra. No ocurran no sólo los abusos sexuales, sino tampoco los abusos de poder. Creo que en todas las organizaciones hay que pronunciarse en relación esto.»