Después de mucho tiempo de práctica, sigo sentándome sin que mis rodillas lleguen al suelo.
¿Por qué me pasa? ¿Qué no hago correctamente?

Querido Fernando, muchas gracias por escribirnos a consultorio@escueladeyoga.com haciéndonos llegar tu preocupación con este asunto.

Aunque habría que ver exactamente cuál es el origen de tu caso, una de las causas más comunes por la que las rodillas no llegan al suelo suele ser por encontrarse la musculatura aductora en tensión. Los músculos de la cara interna de los muslos se encuentran acortados, y esto no permite que las rodillas puedan llegar al suelo, como parece ser tu caso. Te recomendaría que intentaras a través de la relajación, estirar y flexibilizar concretamente ese grupo de músculos, observando si notas algún cambio en la postura. También ten en cuenta que acciones relacionadas con el fortalecimiento de la musculatura aductora, en principio, no te vendrán bien, ya que esto puede traducirse en un acortamiento de dicha musculatura, y en tu caso, buscas conseguir el efecto opuesto.

Resultará además beneficioso todo el trabajo que realices centrado en la articulación de la cadera, sobre todo el ir a liberar la articulación y todos los músculos que llegan y parten de allí.

Por último, también es recomendable que cuando estés en la postura de sentado lo hagas sobre un soporte, un cojín o un ladrillo, para elevar la pelvis de tal manera que tus rodillas queden siempre por debajo de las caderas, la articulación de la cadera quedará libre y tu energía circulará con mayor libertad.

Namasté

Alicia Antolinos

Formadora de Hatha Yoga
Certificado Profesional
Profesora de Hatha Yoga

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