Al realizar mi práctica de Yoga noto que no siempre mantengo igual el equilibrio en determinadas âsanas. ¿A qué es debido? ¿Alguna recomendación para lograr mantener el cuerpo erguido?

Querida Mercedes, gracias por escribir al Consultorio de la Escuela (consultorio@escueladeyoga.com) preguntándonos sobre cómo lograr el equilibrio en Yoga.

Quisiera empezar planteando esta pregunta: ¿qué es el equilibrio? Conviene tener en cuenta que hay diferentes significados para los distintos tipos de equilibrio. En Yoga practicamos equilibrio estático, que es la forma de mantener el cuerpo erguido sobre una base sin que haya movimiento.

Son varios los factores que nos pueden ayudar a mantener el cuerpo erguido, destacando la relajación y la concentración. También hay otros factores que nos dificultan lograr dicho equilibrio.

Es importante vigilar la salud para asegurarnos de que no existen desequilibrios en los tres sistemas que cooperan en el mantenimiento del equilibrio:

– Sistema del oído interno o sistema vestibular.
– Sistema visual.

– Propioceptores repartidos por todo el cuerpo y que informan de la musculatura esquelética y articulaciones, así como de los receptores de la piel.

Pero incluso estando sanos, hay veces que nos resulta difícil o vemos no posible mantener las posiciones de equilibrio en determinadas âsanas. Te recomiendo realizar un viaje hacia la mente, escuchándote y profundizando en tu interior.

Concentración y equilibrio en Yoga

 Si me permites, voy a contarte mi experiencia cuando quiero practicar posturas de equilibrio en Yoga y después de intentarlo varias veces no lo consigo. Lo primero que hago es pararme y pensar si hay algo que me distrae en ese momento y me impide concentrarme. Algunas veces me he despertado varias veces, me he levantado con dolor de cuello y un poco mareada. Otras veces, me influye un factor emocional, una preocupación por algo que me estresa. Otras veces, tengo tantas cosas en la cabeza y la mente tan dispersa que me resulta imposible concentrarme, y por ende, lograr. Alguna vez me ha pasado que me ha entrado agua en un oído mientras me duchaba y no me ha salido, como consecuencia no oigo bien y no tengo estabilidad.

Estas situaciones que te he comentado desencadenan que unas veces resulte fácil mantener las posturas de equilibrio en Yoga y que otras veces no logremos conseguirlo.

Y es que resulta muy beneficioso mantener posturas de equilibrio porque, además de obtener beneficios físicos como tonificar y fortalecer la musculatura de brazos y piernas, nos ayuda a mejorar la concentración; y lo que es más importante, a conectar con nosotros mismos y a la vez conocernos un poco mejor.

Por eso se dice que el equilibrio favorece la concentración; y la concentración favorece el equilibrio.

Espero que mi experiencia te sirva para la mejoría del equilibrio en tu práctica de Yoga.

NAMASTÉ

Paquita Villalba
Formadora de Âsana y Pedagogía
Profesora de Iyengar y de Hatha Yoga

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