Laura Cantillo, Jefa de Estudios, pertenece a la Escuela Internacional de Yoga, una institución con más de 20 años de experiencia. Con motivo de la Masterclass “5 Claves para convertirte en Profesor/a de Yoga” hemos tenido la oportunidad de hablar con ella. Durante la misma no solo profundiza en las claves para ser Profesor/a de Yoga sino que también se propone desmitificar algunas de las creencias en torno a esta figura que tanta curiosidad despierta.  

¡Vamos a descubrirlo! 

  1. Desarrollar los procesos de Auto Escucha 

El querer sentir, el querer aprender y el querer profundizar en nuestra práctica es lo primero que hace que se despierte en nosotras ese deseo por ser Profesor/a de Yoga. No solo es una de las cinco claves que considero fundamentales, nos dice Laura, para iniciar nuestro camino hacia la profundización de la práctica; sino que es probablemente la primera que detectemos. Y este deseo es muy fácil de localizar porque se manifiesta en nuestra mente con preguntas del tipo: ¿Estoy realizando bien mi práctica?, ¿mi alineación es correcta?, ¿estos ajustes que me están haciendo en clase son correctos? Quizá esto sea lo primero que venga a nuestra mente. Y una vez que estamos confiados y que vamos aprendiendo y avanzando en este sentido encontramos límites que queremos traspasar, límites que tienen que ver con mayor conocimiento, con mayor exactitud o mayores procesos de auto escucha.  

  1. Ganas de querer compartir  

Este principio puede verse complementado con el anterior, sin embargo, hay que tener en cuenta que no todos los Profesores y Profesoras de Yoga acaban compartiendo sus conocimientos o impartiendo clases por diferentes razones: falta de tiempo, de alumnado o de sitio. O porque simplemente prefieren compaginar la profundización de esta práctica con un trabajo que les satisface, pero buscan algo más. Al final cada uno encontrará en su vida el equilibrio. Lo importante es que se acabe despertando un interés por compartir, más allá incluso de la esterilla. Es un proceso muy personal que a cada uno se le despierta de manera diferente. Por eso decimos que es una clave que puede existir o no. Pero sí es una clave importante si quieres dedicarte a ello, apunta Laura Cantillo.  

  1. Observar, Analizar y Comprender 

Otra de las claves interesantes a la hora de formarnos sería el gusto por desarrollar un principio que llamamos, en la Escuela Internacional de Yoga: Observar, Analizar y Comprender. Cualquier Profesor/a de Yoga sigue estos tres pasos para poder impartir buenas sesiones. Al principio subrayamos la Auto Escucha como algo que se despierta a medida que practicamos. Este proceso se basa en la observación que inicialmente se realiza sobre una misma y que posteriormente se proyecta hacia los demás.  

Es un paso muy importante porque salimos del automatismo y de la corriente social para involucrarnos en la conciencia. La conciencia de qué práctica tengo y qué practica tiene el otro. Tras el proceso de observación podemos dar un paso más allá y llegar al Análisis. Cuando observamos qué pasos se siguen para llegar al âsana o cómo permanecer, somos más conscientes de las propuestas que nos hacen en clase. Y esto nos lleva a poder Analizar lo que está sucediendo. En el proceso de Observación y Análisis hemos recogido mucha información sobre nosotras mismas y sobre el resto, nos dice Laura. ¿Qué pasa entonces con toda esa información? Pues que llegamos al punto de querer Comprender. ¿Por qué pasa esto? Es ahí donde la siguiente clave cobra una gran relevancia.  

  1. Aprendizaje Permanente 

Una vez que ya hemos pasado por la Auto Escucha, el deseo de compartir y el principio de Observación, Análisis y Comprensión, pasamos a la cuarta clave, el Aprendizaje Permanente. Este tipo de aprendizaje no se construye en una Formación o en una clase de Yoga, sino que es un aprendizaje que continua día a día acompañándonos, que nos permite averiguar más allá de lo que está pasando, que se ve involucrado en lo que está ocurriendo. Tanto en el aspecto más físico del Yoga como cuando hablamos de otras áreas más psicológicas o espirituales. Porque el Yoga no es solo realizar una práctica en la esterilla, sino que lleva intrínseco conocimiento en otros campos como anatomía y biodinámica, filosofía, etc. El construirte como profesora de yoga hace que se te despierte la curiosidad y el deseo de aprender. 

  1. Formación de calidad 

Por último, uno de los aspectos más importantes es tener una Formación sólida de base. Para entender esta clave debemos destacar que hay muchos campos de trabajo que sufren de un gran porcentaje de usurpación laboral y el Yoga es uno de ellos. Por eso es de vital importancia tener una Formación de calidad que nos ayude a acompañar a las personas con las que trabajamos.  

Tenemos que tener en cuenta varios aspectos fundamentales a la hora de valorar una entidad formadora, entre ellos se encuentran los estándares de calidad, el perfil del profesorado y la trayectoria de la entidad en sí. Cuando hablamos de estándares de calidad nos referimos a que cuente con los avales y sellos de las organizaciones que regulan la formación en Yoga, como es el caso de la Yoga Alliance o la Federación Española de Entidades Formadoras en Yoga. A la hora de valorar el profesorado tendremos presente su formación y experiencia, si recorrido y trabajo; mientras que de la organización prestaremos especial atención a los valores y principios que la soportan y que le dan forma. Por ejemplo, si es evolucionista, inclusiva o se nutre de un crisol de culturas, como es el caso de la Escuela Internacional de Yoga. 

 

Si puedes identificar en ti el deseo por profundizar en alguna de estas claves, recuerda que Escuela Internacional de Yoga cuenta con propuestas que favorecen ese cambio transformador que muchas personas persiguen. Descubre más información sobre sus Formaciones de Profesor/a de Yoga en su página web.