Laura Cantillo💚💚💚, Jefa de Estudios y Responsable Pedagógica EIY, Formadora y Profesora de Hatha Yoga nos EXPLICA cuales son los argumentos para la hidratación en el Hatha Yoga, concretamente en âsana.

La teoría sobre cómo mantener una buena hidratación nos la sabemos, pero ¿es posible conocer si estamos realmente bien hidratados? Sí, existen dos métodos muy sencillos para confirmar el estado de hidratación del cuerpo.

👉La importancia de la hidratación en el Hatha Yoga.

Una adecuada hidratación es fundamental para la salud y, en particular, para el rendimiento durante la práctica de ejercicio físico incluyendo el la práctica de âsana. Por eso se debe cuidar el nivel de hidratación todos los días del año, y no solamente en verano, que es cuando las altas temperaturas hacen que se preste más atención a la ingesta de líquidos. Igualmente, no se debe beber agua solo cuando aparece la sed, ya que esto indica que nos encontramos ligeramente deshidratados. En la práctica, la hidratación tiene un papel muy significativo, ya que es capaz de influir en las siguientes funciones: Regular la temperatura corporal. Crear la conocida sinovia articular. Aplazar la fatiga, e incluso prevenir su aparición. Producir menos sensación de cansancio. Prevenir los calambres.

👉Métodos para saber si estás bien hidratado.

Métodos para conocer el estado de la hidratación Existen 2 métodos muy fáciles para controlar el estado de hidratación y saber si es el correcto o, por el contrario, necesitamos beber más agua. 1. Test del color de la orina El color de la orina es un indicador del estado de hidratación. En concreto, este test consiste en comprobar de qué color es la orina y, seguidamente, compararlo con la escala de colores, del 1 al 8. Los amarillos más claros, del 1 al 3, corresponden a una correcta hidratación; mientras que los más oscuros, del 4 al 8, significan que es necesario beber más agua para volver a tener unos buenos niveles de hidratación. 2. Test de sudoración Se trata de un método matemático que calcula la deshidratación en función del peso perdido durante el ejercicio. En primer lugar, se debe apuntar el peso corporal antes de comenzar el deporte y, de nuevo, al finalizar. También se debe anotar el tiempo que dura el entrenamiento. Se debe comprobar que el estado de hidratación es el adecuado dos horas antes de realizar la práctica. Para ello, se debe observar el color de la orina y confirmar que el peso es el que se tiene normalmente. En caso de que no lo sea, se debe continuar con la hidratación.

👉Rehidratación.

Se recomienda en actividades físicas de más de media hora de duración. Generalmente, aconsejamos consumir entre 0,4 y 0,8 litros por hora. No obstante, lo más adecuado es valorar el caso personal, controlando el consumo de líquido que permite mantener el porcentaje de deshidratación por debajo del 2% del peso corporal.

👉Agua y alimentos después de la práctica de âsana.

Al terminar la práctica, se debe comenzar con la rehidratación. En concreto, se debe reponer 1,5 veces el peso perdido. Por lo tanto, en el caso de haber perdido 1 kilo, se deberá reponer 1,5 litros de agua.. Por otra parte, la rehidratación con agua se puede combinar con la incorporación de alimentos que aportan los nutrientes necesarios para la recuperación, como las sales minerales, los carbohidratos y las proteínas. Si esto no es posible dentro de las dos horas posteriores, y siempre que lo requiera el entrenamiento realizado, se puede optar por un recuperador deportivo que contiene estos nutrientes. En cualquier caso, no se debe consumir alcohol en las horas siguientes al ejercicio físico, puesto que perjudica, además de a la salud general, a la recuperación y al rendimiento físico e intelectual.

👉Desde la Escuela Internacional de Yoga no recomendamos la ingesta de bebidas deportivas ya que âsana es una práctica que indudablemente implica el físico, el esfuerzo cardiovascular, pero no un RENDIMIENTO COMPETITIVO en donde se haga necesario una complementación deportiva.