Celebramos el Yoga en 2021.

Retomando nuestros objetivos y evocando las motivaciones que nos alientan.

El Yoga, una historia milenaria cuyo legado pone el énfasis en la capacidad del ser humano para evolucionar y alcanzar su autorrealización. Un camino que se abre paso sobre el terreno de lo incierto, mirando hacia una trascendencia posible para dar sentido a la vida.

El Yoga, una construcción que se rehace a sí misma en lo personal y se redescubre a pesar de lo superficial y lo fútil. Una ruta para conducirse en la vida a través de los principios éticos universales que aspiran a elevar la conciencia y honrar nuestra condición humana.

El Yoga, un estilo de vida que logra un impacto social evidente y aspira a transformar nuestras comunidades a través de los valores de la bondad, la justicia, la libertad, la igualdad y la inclusión. Un recurso ancestral cuya presencia en el mundo, anuncia nuevas oportunidades en la educación, en las relaciones, en el servicio y en la economía.

El Yoga, eso que se confunde con las marcas, el marketing de guerra, el postureo, el exhibicionismo y los retos psicofísicos. Eso que se utiliza para arrastrarnos a la vorágine del consumismo y nos atrapa en las imágenes de cuerpos increíbles, posturas contorsionadas y modas absurdas.

El Yoga, eso que queda cuando desnudamos la verdad de lo que somos, en la intimidad, en el silencio, en nuestros corazones, en la profundidad de la vida. Eso que se nos propone para prepararnos a responder al momento presente, a la realidad que nos presenta la vida a cada paso.

Celebramos el Yoga para recordar dichos valores y ofrecer nuestra presencia en la intención de la comunidad de Yoga de generar una sociedad más consciente.

Para esta celebración, en la Escuela Internacional de Yoga, renovamos nuestro compromiso.

  • Celebramos la diversidad en la unidad de todas las perspectivas, estilos, tradiciones y linajes de Yoga. Yoga es Integración. Así, las escuelas, los/as maestros/as, los estilos, las propuestas, la diversidad de transmisión, son bienvenidos/as para el Yoga. El Yoga no es conceptual. Todas las experiencias personales son válidas y adecuadas al Yoga, cuya dimensión siempre ha sido y será experiencial. El Yoga sigue siendo Yoga cuando incluye dichas experiencias sin perder su genuino objetivo de trascendencia. Esto significa que, en nuestro proceso interno, algo se despierta simplificando, universalizando y realizándose en la unidad.
  • Trabajamos para compartir el Yoga como camino de evolución y autorrealización.
  • Recordamos que las propuestas del Yoga deben ser prácticas de alta calidad, seguras, accesibles y equitativas.
  • Fomentamos una Instrucción segura del Yoga basada en el compromiso ético y la responsabilidad de quienes ofrecemos sesiones cada día. Practicamos un buen Yoga si la técnica que se nos propone respeta el propio cuerpo, sus limitaciones, nuestro proceso gradual, tanto físico como emocional y energético, y generamos con la práctica, equilibrio a todos los niveles.
  • Recordamos que es indispensable que el buen profesorado de Yoga respete la individualidad, la vida, las ideas y las inquietudes de los practicantes; que fomente la libertad y el amor. Que sepa transmitir los conocimientos necesarios para emprender un trabajo honesto de transformación dentro del proceso natural y humano de cada individuo.
  • Cultivamos la excelencia, la calidad, la integridad, la inclusión, la educación y la seguridad en el Yoga.
  • Nos esforzamos para hacer de nuestra experiencia individual de Yoga, un espacio compartido, seguro y libre.

Celebramos el Yoga en 2021 junto al profesorado de la Escuela Internacional de Yoga que quiere también poner de manifiesto algunos aspectos actuales que están muy presentes en la comunidad internacional de Yoga:

  1. COVID-19.

    La situación de sufrimiento y los retos que esta pandemia ha generado en nuestro mundo y tal vez en personas allegadas o en nosotros/as mismos/as, nos alerta sobre la necesidad de cambiar la mirada hacia un Yoga menos personalista, más implicado en la sociedad, más fresco y directo. Esta incertidumbre es también una oportunidad para desplegar nuestros potenciales humanos y renovar la motivación genuina de la práctica de Yoga como bien social y humano. En la EIY queremos seguir impulsando el trabajo de acompañamiento que emprendimos hace un año con motivo del impacto causado por la COVID19 y que hoy día nos mantiene en la primera fila del cuidado de nuestro entorno y de las personas que sufren o están enfermas o solas o en exclusión social.

  2. Abusos y acoso en los entornos del Yoga.

    Renovamos nuestro compromiso con la comunidad internacional de Yoga para promover la evolución de la enseñanza del Yoga en un entorno de respeto que garantice espacios libres de acoso o de abuso de cualquier tipo. Apoyamos todas las iniciativas cuyos objetivos tiendan a despertar un tipo de atención y relación entre profesorado de Yoga y practicantes, de apertura, limpieza, respeto y claridad.

  3. Valores fundamentales del Yoga.

    Al celebrar el Yoga, constatamos la importancia de permanecer enraizados/as en los principios de Yama hacia el propósito de la autorreflexión interna y la acción consciente externa. Los principios de Yama establecen pautas para el comportamiento ético y aspiran a que el/la practicante de Yoga obtenga una visión global contemporánea sobre su propia responsabilidad en el mundo.

  4. Inclusión.

    Visualizamos un entorno en el que el acceso a la enseñanza y la práctica de yoga de alta calidad sea equitativo y pueda beneficiar el bienestar colectivo y la conciencia humana. La Formación del Profesorado de Yoga es fundamental en este sentido para fomentar pautas seguras y respetuosas en los espacios en los que se comparten las prácticas de Yoga cada día. La conducta profesional y la preparación para la enseñanza del Yoga deben proteger dichos entornos.

  5. Formación de Yoga de alto nivel.

    Estamos comprometidos en el desarrollo de los estándares mínimos que garantizan una enseñanza de Yoga auténtica, basada en los valores propuestos en los Yoga Sutra de Patâñjali y en la integración de los conocimientos. Muchos de ellos sustentan una práctica adecuada a cada practicante, teniendo en cuenta sus procesos personales a todos los niveles y sus características funcionales, así como sus circunstancias.

Se hace necesaria, más que nunca, una Formación de Profesores/as de Yoga capaz de abordar las motivaciones de los/as practicantes de hoy día. Un tipo de atención que nos requiere para desarrollar claridad, equilibrio y profundización.

Lo dicho, Celebramos el Yoga en 2021 y os ofrecemos una clase para que os acompañe en este período del año