Adaptar el Yoga a la pareja

Muchos/as de nosotros/as hemos llegado al Yoga para, poco a poco, observar y descubrir que su esencia va mucho más allá de la esterilla. Esto nos ha llevado a entender la práctica como parte de una forma de vida que, como es lógico, queremos compartir con aquellas personas que amamos. Pero ¿puede ayudarnos esto en algún aspecto de nuestra vida en pareja? Y, si es así, ¿cómo podemos hacerlo de forma efectiva?¿Podemos adaptar el Yoga a la pareja?

Para responder a la primera pregunta podemos comenzar mencionando el ámbito físico, el más conocido del yoga:

Practicar series de âsana en pareja, basadas en las mismas posturas que practicamos a nivel individual y, para todos los niveles, implica estar en el momento presente, sintonizar con las sensaciones y emociones del cuerpo y estar atento/a a las señales que nuestro compañero o compañera nos está transmitiendo a nivel corporal. Esto fortalece la conexión emocional y la intimidad entre ambas/os, ya que se promueve la escucha activa, la empatía y la comprensión mutua.

Mejora la comunicación, ya que la práctica de posturas en pareja no solo requiere de escucha, sino que también implica atender más y mejor a las señales no verbales que transmitimos.

Puede ayudarnos también a identificar y corregir en nosotras/os mismas/os y en nuestra pareja patrones de movimiento o posturas incorrectas que pueden causar molestias o dolor físico, lo que puede contribuir a un mayor bienestar físico general.

El apoyo y la comprensión mutua que se fomenta en este tipo de trabajo en pareja puede ayudar a manejar el estrés y la ansiedad de manera más efectiva.
Puede también estimular el sistema nervioso a través de la estimulación táctil, la presión y la relajación muscular. Esto puede tener un efecto positivo en el sistema nervioso central y periférico, promoviendo la relajación, la calma y la regulación emocional.
Trabajar la conciencia corporal en pareja implica una mayor conexión y comprensión mutua, lo que puede fortalecer el vínculo de pareja. Al estar más presentes y atentas/os a las sensaciones y emociones del cuerpo, podemos cultivar una relación más profunda y significativa con nuestra pareja.

En definitiva, implica la confianza mutua y la intimidad, ya que requiere trabajar en equipo y apoyarse mutuamente en las posturas.

Pero, como decíamos al inicio, podemos descubrir todo un mundo más allá de la esterilla y desgranar sus herramientas para aplicarlas a nuestra vida en pareja:

Recoger, por ejemplo, los valores Yóguicos descritos en los Yoga Sutra de Patanjali (Yama y Niyama) y animarnos mutuamente a trabajarlos en pareja.
Trabajar con nuestra respiración (Pranayâma) al unísono o ayudándonos el uno al otro para encontrar presencia en esos ejercicios de respiración nos da la oportunidad de sincronizarnos, de complementarnos mejor y aprender a reconocernos también en ese aspecto.
Investigar juntos en nuestra conciencia sensorial (Pratyahara), para descubrir cómo podemos sentir y sentirnos más y mejor.
Proponernos momentos de práctica de atención plena (Dharana), atendiéndonos realmente, pensándonos como merecemos, aprendiendo a enfocar nuestra atención y nuestra energía en aquello que decidamos juntos.
E incluso introducir en nuestra rutina la meditación (Dhyana) y descubrir lo que ésta nos aporta a nivel individual puede resultarnos más agradable si lo compartimos.

A todos los niveles, podemos afirmar que sea cual sea el aspecto del Yoga que practiquemos juntos/as nos llevará a regalarnos mutuamente tiempo de calidad y una mayor presencia y consciencia en nuestra relación.

Visto lo anterior, recuperamos la segunda pregunta que nos planteábamos. ¿Cómo podemos compartir el Yoga con nuestra pareja de forma efectiva?

Suele ocurrir que quieres practicamos Yoga de forma individual buscamos compartirlo con nuestra pareja haciéndole reproducir nuestras mismas experiencias. Quizá ponemos una clase que nos gusta en video, para hacer juntos en casa, o intentamos enseñar algún ejercicio de respiración que hemos aprendido en nuestra última sesión. Y aunque lo hacemos con nuestra mejor intención no nos damos cuenta de que nuestro estado, nuestro nivel, nuestra comprensión de ciertos aspectos e incluso nuestros gustos a la hora de practicar una cosa u otra puede que no sean los mismos que tiene nuestra pareja.

Igual que a nivel individual sintonizamos más con unas prácticas que con otras, o nos resulta más sencillo incluir en nuestro día a día ciertos hábitos, en el Yoga en pareja encontramos lo mismo, solo que en este caso el objetivo es común y por tanto debemos adaptarlo a los dos. Encontrar la manera de compartir juntos esos valores que promueve el Yoga, una práctica de âsana segura, agradable e incluso divertida para los/as dos; nuestra propia manera de enfocar los ejercicios de respiración buscando los que nos resultan más agradables e incluso comentando las sensaciones que nos producen; nuestros momentos para desconectar del mundo y parar simplemente a sentirnos de verdad o a regalarnos verdadera atención.

¿Te gustaría recibir algunas ideas sobre cómo enfocar todos estos aspectos del Yoga e incluso llegar a introducirlos en tu día a día en pareja?

En el taller de Yoga para Parejas – Yoga con Amor desgranamos todos los pasos del Yoga para adaptarlos a nuestra vida en pareja y explicamos diversas maneras de introducirlos en nuestra rutina diaria. En 12 horas ofrecemos herramientas, prácticas e ideas muy sencillas cuyo objetivo principal es fomentar el protagonismo de vuestra relación. Es una propuesta para todos los públicos, principiantes, experimentados/as e incluso para aquellos/as que aún no conocen el Yoga y que quizá se sienten motivados/as para comenzar a introducirlo en su día a día en compañía de su pareja. Introducir el yoga a nivel individual en nuestra vida suma, hacerlo en pareja multiplica. ¿Te animas a multiplicar con nosotros/as?

Yoga para Parejas – Yoga con Amor – Taller 12h

Inicio: 15/05/2023

Modalidad Online

Un artículo de Rocío Martín