Swami Krishnananda nuestro Formador en Filosofía responde a una pregunta que muchas veces nos formulamos cuando estamos viviendo la práctica de âsana en Hatha Yoga. ¿Cómo está la mente en Yoga y Meditación?

Tal vez todas las cuestiones existenciales que se han planteado desde el inicio de la historia del hombre, tengan como soporte la solución a una pregunta bien concreta y tan básica como extremadamente complicada: ¿Qué es la mente?

Tanto la ciencia como la filosofía han tratado de responder a esta pregunta a lo largo de los siglos sin encontrar, hasta el momento, ninguna explicación concluyente. La psicología occidental ha desarrollado multitud de técnicas, sobre todo en los últimos años, sin obtener más que otras tantas hipótesis, en su mayor parte, productos de la filosofía y la ciencia. La mirada de nuestra comunidad científica hacia Oriente en los últimos 50 años ha propiciado, sin embargo, el surgimiento de nuevas perspectivas basadas en los fundamentos de la psicología oriental que, a su vez, tiene sus orígenes en la tradición yóguica: la experiencia introspectiva.

Es el viaje con la mente hacia la mente, hacia la identidad real del ser; la consciencia prístina y pura que resulta el principal atributo de cada forma de vida.

¿Qué es la mente y dónde está? ¿Qué es la conciencia y dónde está?

A esta pregunta también han respondido las religiones y doctrinas que, históricamente, han fundamentado sus dogmas y postulaciones como creencias y planteamientos sin base científica. (Cuando digo base científica, me refiero a la actitud reflexiva y crítica frente al conocimiento). Han sido las tradiciones místicas y religiosas orientales quienes, a lo largo de la historia del hombre, han desarrollado métodos y formulado teorías sobre el pensamiento y la mente en nombre de ese viaje al interior del ser, a las profundidades de la existencia.

También éstas mismas han evolucionado y se han ido «reconvirtiendo» según el paso del tiempo, las circunstancias históricas e incluso geográficas. En el último siglo, los occidentales nos hemos ido dando cuenta de que algunas corrientes en Oriente, como el Yoga,  han pasado más de 3.000 años indagando y ejercitando la capacidad mental con el objetivo de encontrar su propio origen o, lo que es lo mismo, la esencia del ser, además, claro está, de la tan ansiada  trascendencia.

Las obras más clásicas y antiguas de Yoga evidenciaban ya la necesidad por parte del ser humano de aprender a conocer, dirigir y controlar la mente de manera que dicho conocimiento favoreciera la adquisición de una conciencia libre; lo más objetiva y profunda posible para permitir un acceso «limpio» y desapegado hacia el interior de uno mismo y hacia el resto del mundo. Esta capacidad impediría que la propia mente condicionara de forma indiscriminada la percepción de la realidad imponiéndonos comportamientos constrictivos y dañinos.

Esa podría ser una mente en âsana. Una mente en Yoga y Meditación.

Para ampliar esta reflexión os dejamos con este vídeo de Swami Krishnananda.