GOMUKHÂSANA: Variante con flexión

Por Conchi Moreno

Si se mira desde arriba, la forma en la que están colocados los pies (que serían los cuernos) y las rodillas (forman la boca), recuerda a la cara de una vaca; por eso GOMUKHÂSANA se traduce como «Postura de la Cara de la Vaca».

En esta variante hay una flexión de la columna y los brazos están estirados hacia los lados, a la altura de los hombros.

Es un âsana en la que se estiran los músculos que unen el sacro con el trocanter del fémur en el interior de la pelvis, la musculatura abductora de los muslos y e incluso, los tobillos; en esta variante, también se estira la musculatura de la espalda. Al estar los brazos elevados se fortalecen los hombros.

Âsana lateralizada debido a la colocación de las piernas.

CLAVES

  • Comenzar sentados en la esterilla.
  • Flexionar la pierna izquierda pasándola por debajo de la pierna derecha, colocando el borde externo del pie en el suelo, a la derecha, de manera que la planta «mire» hacia atrás.
  • Poner el muslo derecho sobre el izquierdo, flexionando la rodilla y poniendo el borde externo del pie en el suelo, a la izquierda.
  • Ajustar la posición de las piernas y de tal modo que las rodillas queden una sobre otra, y los talones cerca del cuerpo, alineando los pies si se miran desde arriba y situando las piernas en la línea media del cuerpo.
  • Ambos isquiones han de estar en contacto con el suelo,  alargando la columna y estabilizando la pelvis.
  • Elevar los brazos hacia los lados, estirados, activos y a la altura de los hombros.
  • Manteniendo el alargamiento, flexionar desde las caderas para flexionar después la columna, conservando la alineación del cuello.
  • Mantener con la respiración natural el tiempo necesario para deshacer y entrar de nuevo cambiando el cruce de las piernas (la derecha debajo de la izquierda).

ERRORES

  • Perder o no poder mantener el alargamiento al llevar los isquiones al suelo. En esta variante es muy importante este aspecto pues supondría una lesión de nivel discal lumbar. Se puede poner un soporte bajo las nalgas (un ladrillo o una manta) que proporcione la altura necesaria.
  • Adelantar la cabeza, como si se estirase el cuello, o dejarla caer. En ambos casos las vértebras cervicales estarían comprometidas así como la musculatura superior de la espalda.
  • Al estar las caderas en aducción y rotación externa (además de flexión), puede resultar complicado colocar las rodillas una sobre la otra. En este caso se puede proponer que las piernas estén en un cruce fácil o con la pierna de abajo estirada.