LOS NIYAMAS
por Conchi Moreno

Los «niyamas» constituyen el segundo de los pasos del Ashtanga Yoga tal y como se describen en los Yoga Sutra de Patanjali.

Son actitudes con uno mismo que aportan fuerza interior, claridad y disciplina para progresar en el camino del desarrollo personal. Son prácticas que tienen que ver con la conducta personal e indicaciones sobre el trato hacia uno mismo.

Se definen cinco:

  • SAUCHÂ, literalmente «pureza interna y externa». Pureza externa alude a mantener el cuerpo limpio, así como el entorno: ambiente, personas, esterilla…; al hablar de pureza interna se refiere a limpieza de pensamiento y a la integridad personal…
  • SANTOSHÂ, cuya traducción es «contento o aceptación». No conviene confundirlo con resignación, más bien se trata de aceptar lo que se está viviendo, lo que hay en el momento; también tiene que ver con el agradecimiento y satisfacción en cada cosa que se hace y que se tiene.
  • TAPAS hace referencia a la voluntad, a la autodisciplina, también tiene que ver con la paciencia y la constancia.
  • SVÂDHYÂYA, textualmente «estudio» de uno mismo, autoindagación, el aprendizaje sobre uno mismo. Es el cultivo de la conciencia hacia el propio ser.
  • ÎSVARA PRANIDHÂNA, «contemplación de lo supremo, de lo divino». Reconocimiento y entrega a algo superior (puede ser una deidad, el universo, el destino, la mejor versión del propio ser…)

La práctica de niyamas mejora la relación del ser humano consigo mismo ya que proporciona unas pautas para el trato que cada uno se da, son también valores con la que se interviene directamente en la salud del ser humano (física y mental).

Los niyamas junto a los yamas, son los fundamentos éticos del yoga, siendo los primeros pasos en el camino del Yoga y en el camino de la vida.

En el símil del árbol que el maestro B.K.S. Iyengar utilizó para explicar los ocho pasos de ashtanga yoga, situó Niyama como el tronco: «A continuación viene el tronco, comparable a los principios que componen niyama(…). Estos cinco principios de niyama controlan los órganos de percepción: los ojos, los oídos, la nariz, la lengua y la piel».